«Tenemos Leize para rato. El grupo está en un momento que da miedo»

El último concierto de Leize en Burgos, en plenas fiestas de San Pedro 2023, fue una «maravilla del copón». Una «auténtica barbaridad» a pesar de que la Policía Local obligase a cortar el sonido al final de la actuación por aquello de los decibelios. Cosas que pasan. Lo importante, a fin de cuentas, es que «la gente estaba totalmente entregada». Tanto que, según confiesa Félix Lasa (voz y guitarra), «se sabían los temas casi mejor que yo». Los de toda la vida, sí, pero también los más recientes. Por eso, y por el buen trato recibido en Gamonal por parte de la organización, no duda en poner una nota «de 10 para arriba».

Puede que el término se haya desvirtuado por culpa de ciertos personajes, pero lo cierto es que Félix resulta ser un tipo de lo más campechano. Habla claro, sin rodeos, desde la más absoluta humildad. La de un obrero del rock que siempre se negó a vivir de las rentas, que no deja de componer y que ahora mismo tiene «letras para otros dos discos». Cuatro décadas después, mantiene la ilusión intacta. Subirse al escenario es, sin duda, lo mejor. «Somos un grupo de directo», asegura. Y lo dan todo, puliendo hasta el más mínimo detalle, porque son «muy autocríticos».

Vuelven los Leize a una ciudad que adoran (el sentimiento es mutuo). La primera edición del BurgoRock, el sábado 5 de octubre en el Andén 56, les espera para cerrar el festival. «Alguien tiene que tocar el último», dice Félix, aunque no le hubiese importado salir antes a escena para disfrutar después, con más calma, del «fiestón» que se avecina. Aun así, espera con ganas la cita porque se reencontrará con viejos y buenos amigos como Reincidentes y Zirrosis. Aparte, tendrá la oportunidad de conocer a los Akaldo, el grupo burgalés que más kilómetros ha hecho este verano.

Todo un «honor» para la histórica banda guipuzcoana formar parte de un festival que ofrece «variedad» en el cartel sin perder su razón de ser: amor y respeto al rock estatal. La elección de los grupos, un «acierto total». Y para corresponder como es debido, Félix deja claro que tanto él como Toño Rodríguez (guitarra), Ibi Sagarna (batería) y Mikel Lazkano (bajo) sacarán «los tanques y los aviones de combate».

Tanto ha llovido desde los inicios que toca hacer criba a la hora de confeccionar el repertorio. A diferencia de otras bandas que apuestan por los clásicos para jugar sobre seguro porque lo nuevo no convence, los Leize pueden presumir de cosechar excelentes críticas en sus trabajos más recientes. Quedó patente en 2021 con el denominado disco blanco, que Félix califica de «tremenda gozadera mental». Y lo mismo sucedió con Cuando te muerden (2015). La clave, explica, consiste en no estancarse. Es decir, adaptar el sonido a los tiempos que corren pero sin caer en artificios que borran la identidad de la banda.

Hasta tal punto gustan los álbumes de la última época que acaparan «más de media actuación sin que se resienta». Algo que, sin duda, tiene su mérito. «La gente hace suyos esos discos» y salta a la vista que la banda ha sido capaz de ofrecer «un valor añadido muy difícil de calibrar». Lo mejor, sin duda, es observar al público dándolo todo con himnos ‘viejunos’ como Buscando... mirando y temas mucho más nuevos como Hundiéndome en la noche o No podrán.

«Los promotores tiran mucho de lo fácil. En los festivales siempre ves a los mismos»

De cara al presente, con el redondo aniversario del año pasado aún latente, Félix y compañía lanzarán a finales de año 40 peldaños. Era menester rendir homenaje al pasado, pero no con el típico recopilatorio con la excusa de soplar tantas velas. Eso sería lo fácil, quizá incluso lo menos arriesgado. Sin embargo, los Leize han optado por recuperar dos canciones de sus inicios -cuando cantaban en euskera-, cuatro himnos completamente revisitados con «un toque más actual» y dos nuevas composiciones. En total, «ocho temazos» a los que cuesta poner en orden ya grabados, mezclados y masterizados a la espera de ver la luz. De hecho, es probable que salga un videoclip próximamente para ir abriendo boca.

¿Y el futuro? No está escrito, desde luego. Pero pinta bien, tal y como comenta Félix, porque «el grupo está en un momento que da miedo». Está claro que «tenemos Leize para rato». En estudio y en directo, donde el sonido es cada vez «más brutal». Los años no pesan, al menos por ahora, sino todo lo contrario.

«Cuanto más idiota es la gente, más fácil es venderle productos que quiere el sistema»

En lo que al rock atañe, pues una de cal y otra de arena. Relevo hay y «la calidad instrumental de los chavales que empiezan es descomunal». El problema reside en las prisas y en «dejarse llevar tanto por las modas». Lo fundamental, ayer y hoy, es «crear tu propia identidad». Con mucho pico y pala. Aun con todo, nadie garantiza el éxito porque «los promotores tiran mucho de lo fácil». Ya sea a base de «grupos tributo» o en festivales en los que «siempre ves a los mismos».

«La música en general está igual de mal». Da lo mismo el estilo porque en todas partes cuecen habas. Y aunque sea triste, Félix se desahoga con una verdad como un templo: «Cuanto más idiota es la gente, más fácil es venderle productos que quiere el sistema».