«Mi padre vendía el trigo a 40 pesetas. Hoy se paga menos a pesar de lo que ha subido la vida»
Segundo mandato de Susana Pardo al frente de UCCL Burgos con el apoyo unánime de todos los afiliados. Se rodea de gente joven que se implica con el sector, aunque le gustaría que hubiese más mujeres. Su prioridad, como siempre, sigue siendo la defensa del agricultor a título principal

Susana Pardo, presidenta de UCCL Burgos.
Agricultora desde hace casi cuatro décadas, alcaldesa pedánea de Mazuelo de Muñó y presidenta de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) en Burgos. Susana Pardo fue la primera mujer que lideró una organización agraria en la Comunidad, pero jamás le ha dado mayor importancia. No le gusta figurar: lo suyo es defender al sector, a capa y espada, aunque el día solo tenga 24 horas.
Pregunta. Reelegida por unanimidad. Eso significa que ha hecho bien las cosas.
Respuesta. No sé si bien, mal o regular. Los que lo deciden son los afiliados, no uno mismo. Creo que pecaríamos de orgullosos al pensar cómo hacemos las cosas. Es otro quien tiene que valorarlas, por lo menos a mí desde mi punto de vista. No creo que seamos nosotros los que tengamos que decir cómo hemos hecho o hemos dejado de hacer, pero lo cierto es que he intentado hacerlo lo mejor posible.
P. La Ejecutiva se renueva y también aumenta. ¿Por qué se ha pasado de 15 a 17 miembros?
R. Cada vez tenemos más trabajo, cada vez son más cosas las que nos exige la propia administración. Necesitamos a gente que se implique y entre todos intentar abarcar diferentes ámbitos. Cuantos más seamos, más fácil es. Además, hoy en día los agricultores ya no son tan pequeños como antes, tienen más trabajo y menos tiempo para estas labores.
P. También ha entrado gente joven. Parece que hay relevo...
R. Hemos cogido a jóvenes que tienen su propio negocio y lo tienen que defender. Tienen que implicarse. Es lo que hay que hacer aquí: implicarse y proponer. Las administraciones se mueven a través de la gente que hace propuestas.
P. ¿Dieron ellos el paso o hubo que salir a buscarles?
R. Aquí se creó un Comité Joven, justo antes de las protestas del año pasado, para implicarles. Y de ahí salió gente que quiere luchar, aunque hubo que ir a buscarles. Para mí, la Unión de Campesinos es una herramienta para defender nuestros intereses, un arado más de tu explotación.
P. Su segunda de abordo es Laura González. Sin embargo, pocas mujeres hay en la Junta Directiva.
R. Poco a poco vamos tirando para delante. En esta directiva hay tres, pero aparte está la representante de Mujeres y la de Jóvenes.
«Se está viendo que hay que proteger a la agricultura, no dar rienda suelta a los mercados externos »
P. El día de su nombramiento, dijo que su prioridad sigue siendo la defensa del agricultor a título principal (ATP). ¿No ha cambiado nada en todos estos años?
R. Seguimos en la misma tesitura. En esta última PAC, la Unión de Campesinos llevaba la definición de agricultor activo, que era lo que nosotros buscamos para la defensa del ATP, que son 250.000 pagadores de la seguridad social agraria. Sin embargo, no se consiguió porque éramos los únicos que lo defendíamos en ese momento. Pero seguimos en las mismas. No hemos cambiado esos ideales y seguimos pensando lo mismo.
P. La PAC continúa en el ojo del huracán. ¿Son suficientes las reformas que se han introducido?
R. Hemos dicho muchas veces que esta PAC, que acaba en 2027, nació muerta. No se puede exigir las cosas que nos estaban pidiendo, más aún en estos años tan convulsos que hemos tenido. Porque vaya seis años: que si el Covid, que si las sequías... Este año, por ejemplo, en el tema de la siembra directa tienes toda la comarca de Las Merindades y bastantes otras zonas en las que de tanto llover no se ha podido entrar a las fincas. No se puede sembrar, ni se puede rotar, porque lo exigen las nuevas normativas. Estamos intentando que la Junta de Castilla y León, que es la que tiene el poder para flexibilizar, lo haga.
Ya se está hablando de la nueva PAC, la que empieza a partir de 2027, y se están cambiando cosas. Están viendo que hay que proteger a la agricultura europea, no dar rienda suelta a los mercados externos. Al final todos sabemos lo que pasó con el Covid, si no llegamos a tener nuestro propio mercado alimentario... ¿Qué comemos?
Por otro lado, cada vez hay menos agricultores. El relevo generacional es muy bajo y muchos ya se están empezando a jubilar. El sector necesita que le dejen trabajar. Hay zonas en las que te obligan a sembrar leguminosas y resulta que no se dan. ¿Por qué nos obligan si todo van a ser pérdidas? O te obligan a sembrar forraje y en el mercado ya hay mucho. No queda más remedio que bajar el precio y lo que se consigue es desvirtuar la rentabilidad de las explotaciones. Y esa desvirtuación supone la desaparición y la desesperación del propio sector.
«No puede ser que Europa haga pactos a costa de vender al sector primario»
P. Luego está Mercosur, que también preocupa (y con razón) al campo español.
R. Puede ser que para unas cosas sea beneficioso, pero creo que para la gran mayoría es justo lo contrario. Castilla y León es bastante cerealista y el cereal que viene de fuera lo que hace es bajar los precios. Por eso es muy importante el tema de las cláusulas espejo, es algo que hay que forzar. Y no solo eso, porque yo tengo que pagar en condiciones a mis trabajadores y a los que vienen de terceros países nadie los controla. No puede ser que Europa haga pactos a costa de vender al sector primario. Si aquí buscamos calidad y la tenemos, que se ponga en valor. Aquí, desde hace muchos años, está prohibido el clenbuterol para el ganado. En Brasil no, pero si viene de allí parece que es bueno y puede estar en nuestros lineales.
P. ¿Sacará este año UCCL los tractores a la calle?
R. Hemos estado en movilizaciones del sector ovino y el 6 de marzo vamos a hacer otra concentración en Madrid para que Enesa exija a Agroseguro que deje de hacer lo que le da la gana. Esa será la primera concentración. Después, el 25 nos manifestaremos por el tema de Mercosur.
P. ¿Se mantiene la unidad de acción entre las Opas y los agricultores independientes?
R. Últimamente no hemos hablando, pero aquí estamos. Diálogo: es lo hicimos el año pasado. De lo que sí estoy bastante orgullosa es de la independencia política que tenemos en este sindicato. Estamos a defender a los agricultores y ganaderos e intentar llegar a consensos para lograrlo.
P. ¿Cuáles son, ahora mismo, los principales problemas del campo burgalés?
R. Tenemos un problema enorme con el tema de la fauna. Hay plaga de conejos en las redes de carreteras y de tren. Y muchísimas zonas en las que no se puede cazar corzos, jabalíes o conejos. No se pueden cazar y están haciendo un daño a los cultivos bastante importante. Luego está el lobo, que causa un 700% de daños a mayores.
En cuanto a los precios, los costes de producción están carísimos. La maquinaria se ha disparado. Cuando tenía 14 años, mi padre vendía el trigo a 40 pesetas. Y hoy, casi 40 años después, se paga menos todavía a pesar de lo mucho que ha subido la vida. Luego nos preguntamos por qué los jóvenes no se quedan. Si antes tenías 100 hectáreas, ahora que tienes que tener 500. Estamos haciendo como los hipermercados, cargándonos a la agricultura familiar.
P. De la ganadería, mejor ni hablamos...
R. El sector ovino es el que más cabezas de ganado está perdiendo. Son muchas horas de trabajo. Se trabaja de lunes a domingo y no hay días libres. Además, el ganado se muere y todo se encarece. La gente no se quiere quedar porque no hay rentabilidad. Ese es el gran problema que existe en este sector.
P. Otros cuatro años por delante liderando organización en Burgos. ¿Le gustaría que alguien dé un paso al frente el día de mañana?
R. Lo he dicho siempre: estaría encantada.