El Correo de Burgos

Burgos protege su cielo de la contaminación lumínica. Solo los monumentos son zonas de «luminosidad alta»

La modificación del Plan General de Ordenación Urbana recoge por primera vez un capítulo dedicado a la zonificación lumínica

La ciudad de Burgos iluminada por farolas cuando cae la noche. SANTI OTERO

La ciudad de Burgos iluminada por farolas cuando cae la noche.Santiago Otero Ramiro

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Burgos se pone en marcha para prevenir y evitar la contaminación lumínica. La ciudad solo considera como zona de brillo o luminosidad alta sus espacios monumentales. Es decir, por ejemplo, el entorno de la Catedral y de las Huelgas, dos de las edificaciones que cuentan con una iluminación especial destinada a resaltar el valor patrimonial.

Así se ha definido en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en fase de información pública tras su aprobación inicial el pasado marzo, con la idea de proteger el cielo del término municipal de la contaminación que provoca el exceso de luz artificial.

Es la primera vez que un plan urbanístico de Burgos incluye un apartado específico de zonificación lumínica, a pesar de que existe una ley autonómica del año 2010 (Ley 15/2010, de 10 de diciembre) de prevención de la contaminación lumínica y del fomento del ahorro y eficiencia energéticos derivados de instalaciones de iluminación.

El concejal de Urbanismo, Daniel Garabito, considera que una de los apartados más interesantes de la modificación del PGOU es que «empieza a estar teñido de muchas capas que hablan de eficiencia energética y de sostenibilidad». El apartado de la iluminación de la ciudad es uno de ellos, así como los que hablan de incentivos económicos a la construcción más eficiente y a la rehabilitación de inmuebles a lo largo de la capital burgalesa.

Por contaminación lumínica se entiende «la producida por las emisiones de luz que provienen de fuentes artificiales con altas intensidades. El brillo que se ve en el cielo por las noches provocado por una iluminación ineficiente».

Farolas encendidas en una calle de Burgos.

Farolas encendidas en una calle de Burgos.Santiago Otero Ramiro

Con estas premisas, las áreas de Urbanismo, Ingeniería Industrial y Medio Ambiente del Ayuntamiento abordaron el capítulo de la zonificación lumínica de Burgos, teniendo en cuenta la ley mencionada anteriormente.

Garabito considera que la ciudad ha llegado tarde, puesto que fue en 2010 cuando se definió la normativa vigente, porque en ella se especifica que todas las áreas urbanas de más de 20.000 habitantes tienen que regular en esta materia. Pero como aclara, por fin, se ha metido de lleno en esta cuestión. «Se busca no iluminar de más y, a la vez, no dejar la ciudad a oscuras», señala el edil, que añade que otro de los principios es que la tecnología que se utilice «sea siempre la más eficiente».

«Se busca no iluminar de más y, a la vez, no dejar la ciudad a oscuras», señala el edil, que añade que otro de los principios es que la tecnología que se utilice «sea siempre la más eficiente».DANIEL GARABITO

La normativa indica que existen cuatro zonas lumínicas diferentes que van de la E1 a la E4. La primera está pensada para paisajes oscuros donde, por ejemplo, puede existir un observatorio astronómico o bien son lugares protegidos por su valor medioambiental «porque hay espacios vegetales o animales muy sensibles a la luz». En concreto, se aplicaría en zonas de medio natural en las que «solo puede haber un brillo reducido».

Pues bien en Burgos no hay lugares de estas características que proteger y, por tanto, la zonificación E1 no se aplicará en ningún espacio. Además, debería ser la Junta la que calibrase si existen entornos de estas características en el término municipal. El concejal socialista comenta que en ciudades del norte de Europa se aplican iluminaciones especiales para proteger distintas colonias de aves nocturnas.

La zona E4, por el contrario, se define como lugares de «brillo intenso o luminosidad alta» y está pensada para centros urbanos con elevada actividad económica en la franja nocturna. Garabito pone como ejemplo Piccadilly Circus, en Londres. En la capital burgalesa no se considera que exista este tipo de espacios con mucha densidad de edificación y actividades recreativas nocturnas, pero sí se ha querido definir como E4 los entornos monumentales, como los referidos al inicio de esta información. De esta manera, la iluminación monumental está amparada en el PGOU, si bien es cierto que los haces de luz deben orientarse hacia el edificio patrimonio y no hacia el cielo.

Vista de Burgos por la noche.

Vista de Burgos por la noche.Santiago Otero Ramiro

El grueso de Burgos se define con las categorías E2 y E3. Las primeras son áreas de brillo o luminosidad baja: extrarradios de poblaciones, suelos no urbanizables o rústicos y áreas rurales. Y las E3 son zonas de brillo o luminosidad media, es decir espacios urbanos, zonas residenciales con calzadas y calles iluminadas.

El PGOU no entra a detallar el tipo de luminaria que se debe instalar en el exterior y podría ser una ordenanza la que regulase las especificaciones en un futuro.

Garabito recuerda que hace años se colocaban las farolas tipo bola que iluminaban con la misma intensidad hacia abajo que hacia arriba. «Eso no se puede poner hoy en día», concreta, a la vez que explica la tendencia a ampliar la tecnología led por toda la ciudad como está comprometido en el contrato de mantenimiento integral del alumbrado. 

Una de las posibilidades que permite la iluminación led es regular la intensidad a lo largo de las horas nocturnas porque no es lo mismo la necesidad de luz a las 23.00 horas que a las 4.00 de la madrugada.

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