La falta de mano de obra en la hostelería complica la cualificación del trabajador

Título en hostelería frente a experiencia. Las empresas del sector, restaurantes, bares y hoteles, entre otras, se decantan por lo segundo a la hora de publicitar ofertas de trabajo en las que demandan trabajadores, en detrimento de optar por mano de obra cualificada con una titulación en los ciclos de grado medio o superior relacionados con este mundo.

Esta es la impresión que comparten el director del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) La Flora de Burgos, Óscar Carbonell, y los representantes sindicales de los trabajadores, que advierten que no se consigue una profesionalización del sector por el lado de la cualificación y los estudios relacionados con la hostelería.

Carbonell apunta que en los restaurantes con más nivel gastronómico se mira más y buscan perfiles con sus estudios, por ejemplo, de cocina o director de cocina, así como de servicios de restauración y de gestión de alojamientos, entre otras posibilidades.

En otros establecimientos, se valora más la experiencia. «Hay sitios que necesitan una atención al cliente más cuidada y se requieren unos conocimientos básicos del menú que estás presentando, lo mismo para sugerir una bebida de acompañamiento», señala el director de La Flora, que precisa que un empleado formado es algo más que una «máquina expendedora de productos».

«Un empleado formado es algo más que una máquina expendedora de productos»Óscar Carbonell, director de CIFP La Flora

Una de las dificultades para avanzar en esa cualificación de las plantillas es la falta de mano de obra, que se ha convertido en un problema en el sector en los últimos años. Pero cuanto mejor es esa formación, los hosteleros van a encontrar trabajadores con conocimientos de corte de jamón, baristas para el café, de elaboración de cócteles, sumilleres o profesionales capacitados para decorar un evento, entre un largo listado de competencias.

A este respecto, la responsable de Salud Laboral y Sectorial de Hostelería de Comisiones Obreras (CCOO) en Castilla y León, María Jesús González Moro, reconoce que es muy bajo el porcentaje de trabajadores con titulación oficial en el sector. Así, explica, «no tenemos datos concretos, pero estamos en un momento en que nos encontramos que hay gente que no quiere trabajar en la hostelería por las malas condiciones laborales».

González Moro asegura que la experiencia es el valor que más buscan los empresarios y comenta que en puestos de cocina podría buscarse más esa cualificación. Desde los sindicatos llevan años reivindicando la importancia de mejorar la formación de los trabajadores, pero en el momento en el que se negocia el convenio para la provincia de Burgos hay muchos otros frentes abiertos como el descanso semanal de dos días consecutivos.

Ofertas de trabajo

Con un simple vistazo a las ofertas que se reciben en la bolsa de empleo de CEIP La Flora, se observa que son escasas las empresas que piden una titulación en este campo, a pesar de la buena acogida que, por otro lado, tienen los ciclos formativos relacionados con la hostelería.

En opinión de Carbonell, «los empresarios valoran la formación, pero es un factor en el que no se hace demasiado hincapié». Y añade que la escasez de mano de obra «puede haber provocado que den esta batalla por perdida, ante la necesidad de encontrar trabajadores».

Desde la Escuela de Hostelería observan que la experiencia no es lo único valioso a la hora de incorporar a un trabajador porque hay más cuestiones a las que prestar atención. Por un lado, la actitud entendida como la predisposición y la motivación del empleado a hacer las cosas bien. Luego estaría la formación y en un tercer lugar la experiencia en puestos de trabajo similares.

Carbonell considera que si se tienen en cuenta estas tres cuestiones ganan todos: «Las empresas, los trabajadores y los clientes que acuden a disfrutar de una experiencia gastronómica».

Como ejemplo de la importancia de contar con personal cualificado, el director de CIFP La Flora, explica que hay veces que se opta por tener más empleados en lugar de tener a menos, pero mejor cualificados. «Se puede decir que hay un alto nivel de intrusismo en el sector y por mucho que a veces se diga que hay titulados universitarios detrás de una barra, hay un problema de descualificación para este trabajo específico», comenta.