«Ni Tren Directo ni autovías. Todo el debate lo copa la corrupción en el entorno de Pedro Sánchez»
La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, defiende su gestión durante los dos primeros años de mandato mientras insiste en la necesidad de «poner en valor nuestro potencial y buscar oportunidades»

Cristina Ayala, durante el debate sobre el Estado de la Ciudad.
Empezó fuerte Cristina Ayala el pleno extraordinario sobre el Estado de la Ciudad. De lo nacional a lo eminentemente local, la alcaldesa de Burgos inició su primera intervención señalando que «el nivel de degradación política imprimida por el Gobierno socialista alcanza unos límites que nunca llegamos a pensar». También expresó el «asco» que le produce el «entorno sórdido de prostitución y falta de respeto hacia la mujer de altos cargos» del PSOE. De ahí pasó a criticar la financiación singular para Cataluña pactada de «forma unilateral», lo cual «perjudica la prestación de servicios públicos en Castilla y León».
«Nada se habla de lo que en verdad interesa a los burgaleses: las infraestructuras de competencia nacional», prosiguió la regidora. Ahora sí, tocaba abordar el pasado, presente y futuro de la ciudad que gobierna. No sin antes lanzar un último dardo a los socialistas: «Ni Tren Directo ni autovías (...). Todo el debate lo copa la corrupción en el entorno de (Pedro) Sánchez».
Ayala llevó la batuta del Partido Popular durante todo el debate salvo en dos ocasiones. Fue la portavoz de su grupo municipal, Andrea Ballesteros, quien ejerció como muro de contención tras las réplicas del socialista Daniel de la Rosa y los ediles de Vox. En términos generales, Ballesteros lamentó la «pérdida de estabilidad» tras su ruptura con el partido de Santiago Abascal y la «oposición destructiva» del PSOE, al que ve «desnortado» y «sin la más mínima lealtad» desde que se produjo el traspaso de poderes en 2023.
La exposición inicial de Ayala, que se prolongó durante 45 minutos, sirvió para analizar los «compromisos» adquiridos con la ciudadanía y su grado de cumplimiento. Lo hizo por bloques y destacando la «ambición» de su equipo en el «sentido más noble» para impulsar un «proyecto de ciudad a medio y largo plazo» con el objetivo de «poner en valor nuestro potencial y buscar oportunidades».
En materia de desarrollo, la regidora presumió de haber promovido una inversión global, por valor de 41 millones de euros, con un centenar de actuaciones en todos los barrios de la ciudad. Obras como la remodelación del parque Félix Rodríguez de la Fuente, las mejoras en seis calles de los polígonos Este y el de Villalonquéjar, la construcción de 30 paradas de bus accesibles o dos campañas de asfaltado cuyo importe ronda los 2,5 millones. No pasó por alto, eso sí, que varias de las intervenciones acometidas provenían de la anterior legislatura. Por ejemplo, las peatonalizaciones en Gamonal o la reforma de la sede de la Policía Local.
Venía Ayala predispuesta a defenderse de multitud de críticas y no se equivocaba. Sobre las dos comisiones de investigación a costa del ‘caso Prepay’ y la dimisión de un trabajador eventual del PP por supuestas presiones a un hostelero local, se dirigió a la bancada de Vox para replicar que «habrá tantas (comisiones) como ustedes decidan porque estamos en minoría». Y no descartó que haya más en el futuro «cada vez que quieran cascar al Partido Popular».
También respondió al PSOE en cuestiones como la incineradora de Cortes o el malestar de la hostelería por la Ordenanza de Terrazas echando en cara su gestión previa -y posteriores cambios de postura- al frente del Ejecutivo municipal. Asimismo, aseguró que en su día existió la «posibilidad de pactar diferentes proyectos». Entre ellos Xpande, que los socialistas acabaron rechazando.