Ayala mantiene su postura sobre las barracas, pero no descarta del todo cambiar su ubicación
Pendiente aún de reunirse con los feriantes, la alcaldesa de Burgos reconoce que sus quejas son «fundadas»

Huelga de feriantes, el martes, durante las fiestas de San Pedro.
El malestar de los feriantes una vez acabadas las fiestas de San Pedro 2025 sigue latente y la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, quiere evitar a toda costa que la polémica se expanda. La huelga del martes, con las barracas cerradas, marcó un punto de inflexión que requiere diálogo. Máxime cuando los empresarios ubicados en la calle Laredo, junto al barrio de Villatoro, ya han dejado claro que se niegan a volver a dicho emplazamiento el año que viene.
Pese al cierre, Ayala replicó al día siguiente que estaba dispuesta a reunirse con los feriantes. Dejando claro, eso sí, que no tenía intención alguna de mover las barracas hasta la culminación de Expo Burgos, su enclave definitivo. Sin embargo, la regidora no descarta ahora -al menos, no del todo- un cambio de parecer.
Así lo dejaba entrever este viernes, tras hacer balance de las fiestas, al explicar que todavía está pendiente de abordar personalmente el conflicto con los propios feriantes. En principio, su postura se mantiene aunque ahora dice que se tomarán «las decisiones que haya que tomar». Además, reconoce que las quejas manifestadas por los responsables de las barracas son «fundadas».
La alcaldesa insiste la necesidad de «ver cómo podemos mejorar su situación». No en vano, sigue pensando que el principal motivo de malestar por parte de los feriantes obedece a las «condiciones climatológicas especialmente malas» de los últimos días y no tanto por la ubicación. Sea como fuere, asegura que el equipo de Gobierno está dispuesto a analizar «distintas posibilidades» de cara a 2026.