Pueblos sin agua potable. El alcalde de La Cueva de Roa se defiende y culpa a su compañera, Sara Meneses, de romper la armonía del pueblo

Consciente de la polémica que ha suscitado la solicitud de un préstamo para la compra de una potabilizadora, el alcalde de La Cueva, Ignacio Arranz, defiende su gestión y culpa a su compañera de filas, Sara Meneses, de actuar con fines partidistas.

Según explica, los desencuentros comenzaron tras las últimas elecciones municipales, cuando Sara entró como concejala del PSOE. “Hasta entonces, el pueblo convivía en armonía”, señala Ignacio, convencido de que, cuando Sara entró en el equipo de gobierno y vio cómo no conseguía sus objetivos, intentó aliarse con concejales para quitarle a él, que lleva treinta años como alcalde. 

La jugada, subraya, acabó con la dimisión de uno de ellos y el respaldo del otro al alcalde, "frustrándose en ese momento sus sueños de alcaldesa en la pequeña localidad”. "Sara ya realizó la misma jugada en Tórtoles de Esgueva, pero, en esa ocasión, tuvo que irse del Ayuntamiento ante la falta de apoyos”.

Él lo tiene claro. “Su único objetivo ha sido intentar poner al pueblo en contra del alcalde, vertiendo falsas acusaciones”, rechaza. En su opinión, Sara “ha coaccionado a personas mayores para que le dieran su apoyo, ha escrito a través de redes sociales y periódicos, vertiendo falsas acusaciones sin prueba alguna”, con insultos y vejaciones. “Sólo ha conseguido sembrar malestar y conflictos vecinales”, lamenta el alcalde socialista, sorprendido porque es una concejala “que no colabora en nada, ni participa en las comisiones, y apenas acude a los plenos”.

Un préstamo consensuado

Entrados en el núcleo del debate, la potabilizadora, el alcalde defiende su gestión y asegura que solo trata de solucionar el problema de contaminación de nitritos que sufre el agua. Según explica, solicitaron a Diputación una subvención para acometer la obra que se necesita para recuperar la calidad del agua potable, ya que el Consistorio no cuenta con fondos suficientes. Sin embargo, al no recibir una respuesta, reunió al pueblo para explicar las dos posibilidades que había: esperar a la subvención o pedir un préstamo. “El pueblo decidió la segunda opción”, afirma molesto porque con la solicitud de más documentación, la concejala “ralentiza la solución”.

Por otro lado, continúa el alcalde, el Ayuntamiento, puso a disposición, hace meses, un grifo en el pueblo con agua potable. “Ante las peticiones de varias personas con problemas de acceso vamos a hacer llegar de manera provisional garrafas de agua hasta sus domicilios”, anuncia.

El primer edil no entiende tampoco las declaraciones del nuevo concejal del PP, en las que lamentaba los 9 meses que habían pasado desde la dimisión de su predecesor en el cargo. “Como le mostré en el último pleno, la credencial enviada por la junta electoral venía fechada el 13 de junio, y el pleno en el que tomó posesión fue el pasado día 2 de julio de 2025. De hecho, fue uno de los motivos principales por los que se convocó el pleno”, zanja.