El Correo de Burgos

Las bodegas de la Ribera reclaman a la UE medidas urgentes ante el arancel del 15% de EE.UU.

Asebor exige a la Junta de Castilla y León que oriente la digitalización a la simplificación burocrática

Vendimia en la Ribera del Duero

Vendimia en la Ribera del DueroFernando Fernández Álvarez

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Aranda

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En un momento marcado por crecientes desafíos geopolíticos, la Asociación de Bodegas de la Ribera del Duero (Asebor), junto a la Federación Española del Vino (FEV), insisten en la importancia de excluir al vino del arancel general del 15% que Estados Unidos activó el pasado 7 de agosto. “El vino es un producto líder de las exportaciones europeas y contribuye de forma muy significativa a la creación de valor en toda la cadena de suministro estadounidense”, reivindica el presidente de Asebor, Iker Ugarte.

Estados Unidos es una plaza estratégica, como principal mercado de destino para los vinos europeos (con más de 4.880 M€ exportados en 2024). También es el segundo mercado de exportación de los productos vitivinícolas españoles, con más de 390 M€, por detrás de Alemania. “El nuevo arancel está perjudicando al sector vitivinícola europeo, y español, disminuyendo el volumen de las exportaciones, reduciendo la facturación y suspendiendo sus inversiones”, señala sin olvidar que por cada dólar generado por las exportaciones de vino europeo a EE.UU. los sectores de la distribución y la hostelería estadounidenses obtienen 4,50 dólares.

Para Asebor y la FEV, es preciso y urgente que las autoridades de la Unión Europea restablezcan las negociaciones con EE.UU., para que el vino, como marca de calidad y sustento de pueblos, pueda beneficiarse de un régimen especial. “Hoy más que nunca la bodegas tenemos que estar unidas y luchar por el futuro de esta tierra”, afirma Iker Ugarte, con la mirada puesta en otras amenazas como la carga administrativa o las tasas de alcohol. “Tenemos que ir todas a una”.

Paquete europeo del vino

En cuanto a la Comisión Europea, Asebor y la Federación Española del Vino ven con esperanza el nuevo paquete legislativo del vino, que se ha presentado ya en la Comisión Europea y que recoge las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel. La propuesta se encuentra en fase de trílogo, y el sector confía en que se incorporen mejoras concretas, como la autorización para la identificación del QR mediante símbolo o pictograma, o la exención de etiquetar vinos destinados a exportación con los requisitos de etiquetado europeos, con la inclusión de la información nutricional y los ingredientes. “Esperemos que reconozca la necesidad de simplificar las normas para la promoción en terceros países y se amplíe el plazo máximo de consolidación, que actualmente son 3 años”, defiende el presidente de Asebor.

En el plano autonómico, Asebor reclama, por enésima vez, a la Junta de Castilla y León la importancia de orientar la digitalización a la simplificación. “La digitalización tiene que ayudarnos a ser más competitivos. Necesitamos menos formularios, menos plataformas y más soluciones prácticas que nos ayuden a vender vino, no a perder horas delante del ordenador. La burocracia se ha convertido en un verdadero lastre”, rechaza el presidente de Asebor.

Iker Ugarte pone como ejemplo el nuevo sistema de declaración de cosecha, una plataforma “muy poco útil” que no mejora la plataforma del Consejo Regulador, Bacchus, “que funcionaba bien” y que solo está generando retrasos. “A nivel político es fácil caer en el mensaje del apoyo a la España rural, pero luego se queda ahí. ¿Por qué no se activa el convenio pionero que firmó el Consejo Regulador, a instancias de Asebor, con la Consejería de Agricultura, hace un año, para facilitar los trámites administrativos de los 7.500 viticultores de la Ribera del Duero? Los convenios, insistimos, están para cumplirse y no cejaremos en este empeño”, urge con preocupación. “La agricultura es el sector más regulado con 1290 normativas. Estamos por encima de la construcción, la energía...”, lamenta.

La Asociación Empresarial de Bodegas acogidas a la Denominación de Origen Ribera del Duero (Asebor) trabaja, desde su fundación en 2001, para defender los intereses de las bodegas. Hoy es una entidad con peso específico, con mayoría en el Pleno del Consejo Regulador Ribera del Duero, con cinco vocales del sector elaborador y uno del productor. Además, forma parte, con dos vocales, de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral (ADRI) para la Ribera del Duero Burgalesa, así como de la junta directiva del Consorcio Ruta del Vino y de la Cámara de Comercio de Burgos, donde trabajan dos representantes de la asociación. Como Consejo Regulador, forma parte además de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) y de la Wine Origin Alliance,  una coalición global de organizaciones vitivinícolas que trabaja para eliminar barreras comerciales en la industria del vino y proteger los nombres de las regiones productoras.

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