El Correo de Burgos

Consumo navideño

La inflación no frena la Navidad

A pesar del alza de precios los burgaleses prefieren calidad y frescura a la hora de vestir la mesa de Navidad. Las estimaciones de gasto están entre los 745 y los 969 euros. «El consumo está como en años anteriores».

Las tiendas de toda la vida mantienen el gasto como en años anteriores.OSCAR CORCUERA

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Burgos

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«La gente aún está esperando a estos días previos para comprar los productos mas importantes de Navidad, hasta ahora han estado viendo el precio del cordero, el solomillo de ternera», explica el presidente de Grecabur, Miguel Ángel González

Reconoce que las subidas de precio son reales «en las próximas semanas lo mas demandado subirá, pero no tanto como se dice en la tele», explica. Considera que hay productos que ya están a un precio más alto que en años anteriores pero «en estas fechas subirá unos dos euros», añade. Entre lo que más se lleva de la carnicería está el solomillo, el entrecot o el lechazo.

 Aunque también se notan los cambios en la sociedad. «Se lleva mucho el producto semielaborado como aves rellenas pularda sobre todo, el solomillo de ternera mechado, se trata de ahorrar un tiempo en la cocina sin perder calidad y que todos disfruten de la fiesta», señala González.

En las pescaderías si notan que «ya no son las Navidades como las de antes, hace años que no llenamos un congelador de langostinos como pasaba antes», explica Charo López al frente de Pescaderías Ana en el Mercado Norte. Días previos a la Navidad reconocía que la compra «está flojita» y eso hacía que «los precios se mantengan». 

Coincide en que «la gente prefiere esperar a pesar de lo que digan de los precios». Señala que los consumos en pescado han cambiado. «Marisco cada vez se consume menos», reconoce. Y la gente opta por el rape, el besugo o el salmón para estas fechas. 

Si piensa que «ya no son compras como las de antes, no se gasta con la misma alegría». Pero, añade, las costumbres cambian. «Pienso que la gente ya no necesita hacer grandes dispendios porque se come más fuera de casa y así todos evitan cocinar», señala.

Lo que sí se ha notado, especialmente desde la pandemia, es el mayor interés por comer fuera. El mercado de cenas navideñas ha supuesto un lleno para los restaurantes de la ciudad.

 «Estamos a tope en estas Navidades y las reservas empezaron ya en octubre con lo que ya en diciembre había pocos huecos», explica el presidente del área de restauración de la Federación Provincial de Hostelería de Burgos, Enrique Seco. Señala que «incluso te preguntan por los días señalados, la gente prefiere comer en familia y hacerlo fuera cada vez más».

Estas fechas navideñas también suponen un buen pico de la actividad en el turismo rural. Las reservas de casas grandes para pasar estos días en familia y de manera más desahogada que en la casa de algún familiar, se disparan en estos días. 

«Desde hace unos diez años para acá las reservas de casas rurales para la reunión familiar se ha incrementado y, en contra de lo que sucede con el puente o vacaciones, las que primero se reservan son las más grades», explica el portavoz de Turalbur, Domingo Hernando. Y Burgos, por ser cruce de caminos, es uno de los destinos más solicitados. «Las familias se buscan un punto intermedio de los integrantes y es donde pasan estos días para los que ya no hay plazas».

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