El Correo de Burgos

El pequeño pueblo de Burgos que protege la Virgen del Camino

Mecerreyes es ideal para comer y disfrutar de su historia y su entorno natural

Iglesia de Mecerreyes

Iglesia de MecerreyesAyuntamiento

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Aranda

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Con 188 vecinos, Mecerreyes es uno de esos pueblos que merecen una visita, por su historia, pero también por su cultura y su gastronomía. Ubicada entre las comarcas de la Ribera del Arlanza y la Sierra, su productividad está marcada por la agricultura de montaña y de secano.

Su historia se remonta al Neolítico, con hallazgos de hachas de fibrolita, y a la cultura del Bronce Atlántico (900-600 a.C.), de la que quedan puntas de lanza, flechas y fíbulas, entre otros objetos. También se han documentado vestigios de presencia romana en Valdarcos, cerca de la frontera con Covarrubias, donde aún se pueden hallar restos cerámicos de «terra sigilata» y la estela funeraria romana del año 50, que menciona al primer indígena conocido de Mecerreyes, Cayo Aerno.

Museo Carnaval de Mecerreyes

Museo Carnaval de MecerreyesAyuntamiento

No se sabe con exactitud cuál es el origen de Mecerreyes ni de su etimología. Hay dos hipótesis posibles, y ambas sitúan su origen entre los siglos IX-X. La primera argumenta que su fundación respondió al llamamiento de repoblación y derecho de presura de Alfonso III, en el año 868, y la posterior llegada de los mozárabes de la zona andaluza a los reinos de León y de Castilla, y habitantes de las montañas del norte. La segunda hipótesis fija su fundación a partir de 912, cuando los infanzones Gundisalvo y Finderico fundaron la ciudad de Lara tras las victorias de Cascajares y Hacinas, queriendo ensanchar el condado y fijar sus fronteras más allá de la sierra de las Mamblas.

Las primeras noticias escritas de su existencia se ubican en el siglo X, tal como aparece en el documento fundacional del Infantazgo de Covarrubias del año 978, como perteneciente al condado de Lara: «De Lara, Mambulas et Mezerese».

El gentilicio para designar a los vecinos de Mecerreyes es el de guiletos, un nombre con resonancias árabes que ha marcado desde entonces su historia. Según explican los expertos, el nombre deriva de la palabra hispano-árabe ‘guilla’, que significa cosecha.

Ruta de las esculturas de Mecerreyes

Ruta de las esculturas de MecerreyesAyuntamiento

A la hora de recorrer este pequeño pueblo burgalés, hay cuatro paradas a tener en cuenta, empezando por la Iglesia de San Martín, construida en el siglo XVI y ampliada a lo largo del XVII. Su interior destaca por elementos artísticos como el retablo mayor, dedicado a San Martín, la cruz parroquial de plata y la pila bautismal románica del siglo XII. En Navidad ponen además un Belén tradicional con los oficios más típicos de la localidad. Este año está inspirado en los herreros.

Como devotos de la Virgen del Camino, especial atención despierta la ermita, construida gracias a la implicación de los vecinos. La Virgen recoge los ruegos de los guiletos y cuida especialmente de sus enfermos; por eso, una lamparita arde siempre junto a ella para que sea su protectora y guardiana en esos momentos de debilidad. Las imágenes que adornan el interior, San Joaquín y Santa Ana, San Martín y San José, rinden tributo a la ermita derribada en los años 60.

Mecerreyes

MecerreyesAyuntamiento

La tercera parada es una cita con la creatividad, en el Museo del Carnaval. Se inauguró en el año 2019 y recoge los tradicionales disfraces de los participantes en las ‘zarramacadas’. Son disfraces peculiares y elaborados como los antiguos, con telas de saco, plumas, retales o cuerdas. Además, en el museo se puede observar una recreación de la corrida del gallo, gracias a una gran fotografía y unos maniquíes que simulan al niño, al zarramaco y a los danzantes. Para acceder basta con tener el código que te dan en la página web de ‘museos vivos’. Está abierto los 365 días del año.

Seguimos el periplo dirigiéndonos al Museo del Carbón, que permite conocer la antigua tradición de la elaboración de carbón vegetal en las carboneras de la zona, sin olvidar la ruta de las esculturas del artista Ángel Gil.

Mecerreyes, además, es un destino ideal para los que buscan la paz del camino y la belleza de la naturaleza castellana. Rodeado de montes de sabinas y carrascas, tiene rutas especialmente bellas como la que conecta con Covarrubias.

Para comer, hay dos opciones, además de la fábrica de embutido artesanal. El restaurante La Villa, que acaba de reformar como nuevo gerente, Víctor Chacón, abre todos los días y cuenta, además, con una terraza cerrada que protege del frío. Su menú es amplio y castellano, pero es preciso reservar, y a la hora del vermú es uno de los pocos que llegan con tapa de invitación.

El Mesón de Frutos abre solo los fines de semana y previa cita. Especializado en carne, se ha hecho famoso en la provincia por su calidad y también por su cantidad, ya que se puede repetir todo lo de la parrilla. Con un buen vino de Ribera del Duero, el éxito está asegurado. Si se quiere pasar la noche hay un albergue pero está reservado a los peregrinos. “En Mecerreyes se sentirán todos como en casa”, anima el concejal, Miguel Gonzalez. 

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