El Correo de Burgos

«Huelga general» del campo en Burgos con tractorada y «movilizaciones indefinidas»

Los sindicatos agrarios y las asociaciones independientes intensifican su «unidad de acción» con un amplio calendario de protestas en la capital, Aranda de Duero y Las Merindades

Tractorada multitudinaria en Burgos.

Tractorada en la glorieta Bilbao, en Burgos, frente a la Junta de Castilla y León.SANTI OTERO

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

Vuelven los tractores este jueves a Burgos capital. Pudiera dar la sensación de que las movilizaciones del campo, en marcha desde principios de febrero, han pasado a un segundo plano. Y en cierto modo así ha sido, pero solamente desde el punto de vista mediático. El sector agrario continúa en pie de guerra, con mayor o menor intensidad dependiendo de cada provincia, mientras el Ministerio que dirige Luis Planas se enroca en unos mínimos que no satisfacen las demandas planteadas desde el inicio.

El ejemplo de Burgos ha servido -quizá no del todo, pero debería- para trazar una hoja de ruta efectiva. El cisma entre los sindicatos y muchos agricultores y ganaderos que no se sentían representados saltaba a la vista. También las tiranteces entre las propias organizaciones, que convocaban marchas por separado. La tensión se podía cortar con un cuchillo hasta que unos y otros, inclusive los independientes, se sentaron a hablar. Y como hablando entiende la gente (a veces), lograron consensuar una «unidad de acción» capaz de definir un calendario de «movilizaciones indefinidas» de aquí a finales de abril.

Replicando la tractorada del 14 de febrero en la que ya se visibilizó esa unidad de acción, la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), UPA, Asaja, COAG y las recién constituidas asociaciones independientes AGU Burgos y Aguridu salen de nuevo a la calle este 21 de marzo. La protesta, como el resto de las que están previstas, se concibe como una «huelga general». Por lo tanto, los organizadores animan a acudir a todas las convocatorias «salvo servicios mínimos y esenciales en las explotaciones».

Se espera la llegada de más de 600 tractores procedentes de diferentes puntos de la provincia. Como en la anterior marcha, la parrilla de salida se sitúa en los aledaños del polígono de Villalonquéjar, junto a Obramat. A partir de las 9:30 horas, la comitiva discurrirá por la avenida de Cantabria en dirección a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León

La siguiente parada, también clásica desde el arranque de las protestas, es la Subdelegación del Gobierno. A continuación, los tractores desfilarán hasta el entorno de La Milanera, donde curiosamente se fijó el punto de salida en la primera movilización, promovida por UCCL, que se llevó a cabo el 6 de febrero. La manifestación, por cierto, estará encabezada por personas que se marcharán a pie hasta la Junta y la Subdelegación. 

Después de varias reuniones entre las organizaciones agrarias y los representantes de las asociaciones independientes para concretar un calendario de movilizaciones con el que dejar claro que la lucha no decae, se ha acordado que la siguiente concentración se celebre el martes 26 de marzo frente al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde. 

A la vuelta de Semana Santa, concretamente el 2 de abril, tendrá lugar otra manifestación agraria en Aranda de Duero, en idéntico horario, que transitará por diferentes empresas asentadas en la capital ribereña como Harinera Arandina, De Heus o Piensos Pascual. De nuevo en Burgos, esta vez el día 9, habrá otra concentración frente a la Subdelegación

Pendiente de concretar «detalles al respecto» queda la protesta, convocada el martes 16 de abril, en la comarca de Las Merindades. Finalmente -aunque a expensas de que se organicen más acciones de este tipo-, el día 24 se llevará a cabo otra movilización en la capital frente a la sede autonómica de Medio Ambiente.  

La unidad de acción burgalesa que ha propiciado la conformación de este calendario se sustenta en una serie de reivindicaciones previamente consensuadas por los actores implicados. Entre ellas, se incluyen las cláusulas espejo para que se garantice un «principio de reciprocidad en las importaciones», el «cumplimiento estricto de la Ley de la Cadena Alimentaria» y medidas de choque contra el «exceso de fauna salvaje».

Respecto a la Política Agraria Común (PAC), el sector exige la «eliminación del cuaderno de campo digital», una «rebaja de la presión burocrática estéril y repetitiva» y la «flexibilidad» de la nueva PAC para «facilitar un mayor ámbito de libertad en la toma de decisiones en la gestión agrícola de las explotaciones» con el fin de «salvaguardar la sostenibilidad económica teniendo en cuenta los usos tradicionales de cada zona».

El amplio listado de peticiones que las organizaciones lanzan a las administraciones, desde la autonómica hasta las más altas instancias europeas, también aborda la «protección del suelo agrícola frente a la instalación desmedida de parques solares y eólicos» o la necesidad de consolidar «seguros agropecuarios universales con coberturas amplias y asequibles que cubran como mínimo los costes de producción».

Dentro del consenso alcanzado en Burgos, también se reclama que «el sector primario deje de ser la moneda de cambio de la política». Una cuestión cuanto menos interesante teniendo en cuenta los intentos, más o menos velados, que hubo desde el principio por parte ciertos sectores ajenos al campo de capitalizar las protestas. Aquí, sin embargo, los agricultores y ganaderos que llevan mes y medio movilizándose han sabido desmarcarse de siglas y corrientes ideológicas para defender, simple y llanamente, sus propios intereses.

tracking