El Correo de Burgos

Ayala gobernará Burgos en minoría al primar la convivencia frente a la estabilidad política

El próximo jueves tiene previsto lanzar la cuestión de confianza vinculada a la aprobación del presupuesto de 2025, tras fallar en un primer intento y decretar el cese de los cuatro concejales de Vox

Un momento del inicio del Pleno de noviembre, con una atención mediática sin precedentes en este mandato municipal.

Un momento del inicio del Pleno de noviembre, con una atención mediática sin precedentes en este mandato municipal.©Tomás Alonso

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Del 17 de junio de 2023 hasta el 22 de noviembre de 2024. Este es el tiempo que ha durado Gobierno bipartito de Cristina Ayala (PP) y Fernando Martínez-Acitores (Vox). Poco más de 17 meses entre el Pleno de investidura tras las elecciones y la sesión ordinaria de noviembre, donde estaban en juego unos presupuestos para 2025 que no han salido adelante por incluir ayudas económicas a tres ONG que trabajan con inmigrantes.

El resultado de la votación fue de 11 concejales a favor de las cuentas, los del PP, y 16 en contra, los que suman Vox (4) y PSOE (12).

La fecha de este abrupto final, que nadie aventuraba cuando Ayala y Martínez-Acitores hacían balance de su primer año al frente del Ayuntamiento de Burgos, ha llegado en el mismo momento en el que los cuatro ediles de la formación de Santiago Abascal, han votado en contra de las cuentas para 2025. Estos cuatro ediles, por su parte, se han sentido golpeados «muy duro» por el PP, a quien acusan de «traición» al pacto rubricado entre ambos.

La sesión plenaria del mes de noviembre será recordaba en la historia de la política municipal como el momento en el que se ha escenificado un adiós en directo. El interés mediático y político estaba centrado en la capital burgalesa, por si lo sucedido puede reproducirse en las próximas semanas o meses en decenas de ayuntamientos en los que PP y Vox gobiernan en coalición.

«Ha pasado mutatis mutandis lo mismo que pasó con los gobiernos regionales», ha sido la reflexión de Cristina Ayala al acabar el pleno. De esta manera, ha recordado lo ocurrido este verano en Castilla y León, donde la postura nacional de Vox en relación con la inmigración dinamitó acuerdos de norte a sur de España. En su opinión, los representantes de Vox Burgos no han pensado en lo que era mejor para la ciudad y se han dejado arrastrar «lamentablemente» por las consignas de Abascal.

La popular comienza a gobernar en minoría, tras rechazar en incontables veces los ofrecimientos del portavoz socialista, Daniel de la Rosa, que puso condiciones y que luego las retiró, con la idea de hablar más adelante. Así, mostró la disposición de su grupo de abstenerse y sacar adelante, ahí mismo, el presupuesto solo por ver salir a la «ultraderecha» de sus competencias en el Gobierno local.

La primera edil se ha mostrado «apesadumbrada» por haber tenido que «cesar» a cuatro de los concejales del equipo de Gobierno, como ya adelantó este periódico que sucedería en su edición del viernes. Pero es cierto que tampoco le tembló la mano, puesto que rubricó, como aseguró ella misma, el decreto en su despacho de Alcaldía casi al minuto siguiente de cerrarse la sesión.

Se «caen» cuatro miembros de este equipo de Gobierno», aunque considera que no les echa, «sino que son ellos quienes deciden no aprobar el presupuesto».

Celebración del Pleno en el que se debate la aprobación inicial del presupuesto general del Ayuntamiento de Burgos para 2025

Celebración del Pleno en el que se debate la aprobación inicial del presupuesto general del Ayuntamiento de Burgos para 2025Ricardo Ordóñez

¿Y ahora qué?

La hoja de ruta que se ha marcado la regidora burgalesa es convocar un siguiente pleno el próximo lunes, con la idea de que pueda celebrarse el jueves, 28 de noviembre. En esa cita, presentará la cuestión de confianza, un mecanismo previsto en el funcionamiento de las administraciones locales, que concede un mes de margen a las formaciones para presentar una alternativa de Gobierno en forma de moción de censura. Si no consiguen llegar a un acuerdo en el plazo, cosa bastante previsible, ya que serían Vox y PSOE los que tienen quedar un nombre, el presupuesto de Cristina Ayala quedaría aprobado, quizá dentro de este año o bien a primeros de enero, que es lo que el PP pretendía de inicio.

Ayala está dispuesta a tirar hacia adelante con los 119.000 euros que se repartirán Burgos Acoge, Accem y Atalaya Intercultural y lamenta que esa cantidad, de un total de 250 millones de euros de presupuesto municipal, haya sido la brecha insalvable entre PP y Vox. «Cuando nos dimos cuenta de nuestro error, rectificamos. Y me hubiera gustado que nuestro socio de gobierno hubiera sido capaz de rectificar con nosotros sin condiciones, sin ganadores ni perdedores, solo con el objetivo de que la ciudad saliese ganando», remarcó en una pequeña intervención nada más producirse el desenlace de la votación.

La portavoz del PP, Andrea Ballesteros, que también intervino en el debate, por parte de los populares, fue contundente al afirmar que considera que Vox ha cambiado «sus prioridades y su discurso», porque, en su opinión, Burgos no tiene el mismo problema con la inmigración que La Línea de la Concepción o Canarias. «Cuando tomamos posesión prometimos cumplir la legalidad vigente y atender en igualdad a todos nuestros vecinos», afirmó, para concluir: «Estamos y estaremos al lado de los ciudadanos».

En este mismo sentido, se expresó la alcaldesa que aseguró que en la balanza entre estabilidad en el Gobierno y convivencia ciudadana, se inclinó por la segunda. «Ese pacto de estabilidad no podía ser a cualquier coste y el coste que nos ponía Vox era demasiado caro», ha especificado, para después añadir: «Un gobierno en minoría, hay que decirlo, hay que reconocerlo, hay que saberlo y hay que afrontarlo, que es lo que nos toca hacer ahora, siempre es más débil».

En este mes de noviembre de 2024, Cristina Ayala se siente «muy alejada» del grupo municipal socialista que lidera Daniel de la Rosa, porque asegura que no comparten un modelo de ciudad. Tampoco entiende que Vox haya preferido pasar del papel de tener competencias de Gobierno a la más absoluta insignificancia al estar en la oposición. Así se ha dirigido a quienes tendrá ahora enfrente y con quienes necesitará hablar para sacar los proyectos del PP adelante.

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